7 de febrero de 2017

Las voces de la ópera

Después de las últimas publicaciones relacionadas con las retransmisiones de ópera en el cine, vuelvo a retomar el tono más didáctico para explicar uno de los elementos fundamentales y más característicos de la ópera: la voz. Como se mencionó en la entrada ¿Qué vas a encontrar en una ópera?, el canto está presente en este género y de qué manera. Quizá sea su principal seña de identidad y donde encontremos los mejores aparatos fonadores del mundo. Muchos pueden cantar cualquier cosa pero solo unos pocos están capacitados para cantar ópera.

En las críticas publicadas con anterioridad se ha hecho referencia a los diferentes intérpretes denominándolos según su tesitura, a saber, soprano, mezzosoprano, tenor, etc. Aunque correspondía hacerlo con antelación, ahora voy a repasar la clasificación según los tipos voces existentes.

De forma coloquial podemos decir que hay voces agudas y voces graves, y entre estos dos extremos toda una serie de puntos intermedios. Entendemos, con carácter general, que son las mujeres las que tienen un registro más agudo y los hombres a los que les corresponde la zona más grave. La tesitura es un segmento de sonidos que comienza en una determinada nota y abarca todo el registro de notas correlativas hasta una nota final, siendo la primera la más grave y la última la más aguda que, en este caso, una voz puede emitir de forma controlada.

Las tesituras principales que encontramos, de más agudo a más grave, son: soprano, mezzosoprano, contralto (hasta aquí voces femeninas), tenor, barítono y bajo (para voces masculinas). Estas tesituras están solapadas, teniendo notas comunes entre los segmentos contiguos como puede verse en la siguiente imagen.



Atendiendo sólo a las notas a cantar, viendo una partitura podemos observar cómo un tenor de una ópera puede tener una tesitura más amplia o en diferente registro que un rol de tenor de otra ópera diferente. A esto se suma que para determinados papeles, son necesarias otras cualidades diferentes, además de alcanzar la amplitud de notas requerida, por ejemplo, papeles bufos, de carácter, etc. También podemos encontrar la etiqueta del compositor, tomando en consideración las exigencias de su producción musical, a continuación de la clasificación vocal, por ejemplo, tenor verdiano, soprano wagneriana, etc.

Hay cantantes con aptitudes para cantar repertorios muy amplios, otros en cambio, son expertos en registros muy concretos. Una circunstancia habitual, por el uso intensivo de las cuerdas vocales, es que las voces se vayan oscureciendo con el paso del tiempo y pierdan el brillo de antaño, por lo que los cantantes pueden cambiar de repertorio conforme avanza su carrera operística. Lo fundamental es que un cantante conozca cuáles son sus capacidades y en consecuencia los personajes que puede interpretar, parece una obviedad, pero más de uno va arruinando funciones por ahí o lo que es peor destrozándose la voz intentando ser lo que no es.

La voz no solo se clasifica por el registro, sino también por el timbre (cantidad e intensidad de los armónicos) y el color (técnica empleada). A continuación vamos a ver una clasificación con más nivel de detalle y unos ejemplos de roles donde encontrarlos:

Soprano
  • Soprano de coloratura: capacidad de ejecutar sucesiones de notas rápidas y ornamentos. Olympia en Los Cuentos de Hoffmann (Offenbach).
  • Soprano ligera: alta extensión aguda y flexibilidad. Gilda en Rigoletto (Verdi).
  • Soprano lírica: mayor cuerpo en el centro y menos facilidad para los agudos. Mimí en La bohème (Puccini).
  • Soprano spinto: más potencia y expresión que la soprano lírica y timbre más oscuro. Leonora en Il Trovatore (Verdi).
  • Soprano dramática de coloratura: muy amplia tesitura, posee graves ricos con alcance en los agudos. Lucia en Lucia di Lammermoor (Donizetti).
  • Soprano dramática: timbre oscuro, mayor volumen y menos flexibilidad. Isolda en Tristan e Isolda (Wagner).

Mezzosoprano
  • Mezzosoprano ligera: casi equivalente a una soprano dramática pero con más agilidad. Dorabella en Così fan tutte (Mozart).
  • Mezzosoprano lírica: graves reforzados y agilidad en las escalas. Angelina en La Cenerentola (Rossini).
  • Mezzosoprano dramática: voz más potente. Princesa de Éboli en Don Carlo (Verdi).

Contralto: la voz femenina más grave, al ser difícil de encontrar, los papeles suelen estar interpretados por mezzosopranos con capacidad para alcanzar los registros más graves. Erda en Sigfrido (Wagner).

Tenor
  • Tenor ligero: voz clara, aguda y ágil. Conde Almaviva en El barbero de Sevilla (Rossini).
  • Tenor lírico: firmeza en la proyección de la voz, dominio del registro medio y belleza en el agudo. Tamino en La flauta mágica (Mozart).
  • Tenor spinto: canto potente, espontáneo y capaz de expresar emoción desencadenada. Manrico en Il Trovatore (Verdi).
  • Tenor dramático: mayor potencia central y en los graves y capacidad en los agudos. Otello en Otello (Verdi).
  • Tenor heroico: tenor dramático con enorme resistencia física para interpretar repertorio wagneriano. Parsifal en Parsifal (Wagner).

Barítono
  • Barítono ligero: potente en los agudos y débil en los graves. Barítono bufo en los papeles cómicos. Dulcamara en L’elisir d’amore (Donizetti).
  • Barítono lírico: extenso en la zona aguda y bastante ágil. Silvio en Pagliacci (Leoncavallo).
  • Barítono dramático: buen rendimiento en todo el registro y fuerza notable. Barón Scarpia en Tosca (Puccini).
  • Bajo-Barítono: voz baritonal con agudos brillantes y color oscuro, propio de repertorio wagneriano. El holandés en El holandés errante (Wagner).

Bajo
  • Bajo ligero: voz más lírica y timbre más ligero, puede ejecutar poderosas melodías. Don Pizarro en Fidelio (Beethoven).
  • Bajo profundo: capaz de alcanzar el rango más grave de la voz humana. Sarastro en La flauta mágica (Mozart).

Además de la clasificación anterior encontramos otro tipo de voces que merecen una mención aparte.

Los castrati, eran niños sometidos a una castración para conservar su voz aguda en la edad adulta y ser capaces de interpretar voces para papeles femeninos con gran potencia pulmonar. La Iglesia prohibió esta práctica a finales del siglo XIX. Actualmente son los contratenores los encargados de cantar los roles escritos para los castrati. Un contratenor es un barítono que empleando la técnica del falsete puede reproducir las peculiaridades de una voz de mezzosoprano con mucha potencia. Usando esa misma técnica, los sopranistas son tenores capaces de abarcar el registro de una soprano.

Por último, citar las voces blancas, denominadas así las voces de los niños y niñas antes de la pubertad cuya tesitura es aguda y poco extensa. Las escolanías o coros de niños están presentes en diversas óperas, por ejemplo, al comienzo del segundo acto de La Bohème (Puccini).

Espero que este compendio, que pretende ser más didáctico que académico, os sea de utilidad para situar vocalmente los diferentes roles cuando os enfrentéis a futuras representaciones. Y además vayáis incorporando algunos tecnicismos a vuestro bagaje operístico en este camino que hemos empezado juntos.

1 comentario:

  1. Hola, cual es la bibliografia de esta informacion? me parecio interesante. gracias

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