Tosca - ROH 2017/18 |
Esta ópera fue
retransmitida en directo desde el Royal Opera House de Londres y ofrecida por
Versión Digital para España en más de 140 salas de cine, a las 20:15, hora
española, ayer 7 de febrero de 2018. Como dato relevante sobre el alcance global de estas retransmisiones en
directo, destacar que la ópera fue proyectada en 1040 salas de cine de 28
países y en 9 idiomas diferentes.
Tosca fue casi
unánimemente bien recibida a raíz de su estreno y no ha dejado jamás el
repertorio más habitual en los más de cien años que lleva de existencia. Así lo
atestiguan sus más de 540 representaciones a lo largo de las últimas cinco
temporadas. Ayer la asistencia a la sala de cine fue multitudinaria como se
podía esperar para una ópera en el top 5 de las más populares. Paso a comentar aspectos
de la función.
La producción, como ya se
adelantó en la preparación previa, del sudafricano Jonathan Kent ya se había visto en Londres y se ha comercializado
en DVD y Blu-ray (puede adquirirse aquí). Se trata de una propuesta
escénica de corte clásico y elegante, que pone toda la carne en el asador desde
el minuto uno, con un primer acto deslumbrante gracias a la escalinata y la gran
reja de la iglesia de Sant'Andrea del Valle, que permite la acción en dos
niveles. Dicho acto culmina con la escena del Te Deum, con Scarpia situado
abajo y el coro arriba tras la reja, siendo este momento la cumbre dramática de
la función. Al contrario de lo que se espera de esta obra, la producción va
perdiendo intensidad dramática conforme avanzan los actos. La oscuridad,
imagino que más acusada en la sala de cine, se intenta salvar con primeros
planos, pero en la oficina de Scarpia y aún más en el castillo de Sant’Angelo,
está demasiado presente. El último acto, a mi juicio, el peor resuelto, muestra
un cielo estrellado en el que pueden distinguirse constelaciones reales, todo
un detalle. Por contra, mientras suena la voz del pastor al amanecer, un
soldado se asea y se viste sin aportar demasiado al desenlace de la obra. Por este
devenir decreciente, se acaba con la sensación de que lo mejor pasó hace rato.
En la escenografía, a cargo
de Paul Brown, no encontramos
ninguna complejidad técnica: tres actos, tres cuadros estáticos. Nada de
artilugios mecánicos, salvo la biblioteca giratoria que da acceso a la sala del
interrogatorio. Cuando el escenario es tan inmóvil, igual de válido que otro,
requiere de una interpretación aún más comprometida y dinámica para que la
tensión no desfallezca, cosa que ocurrió con frecuencia en la segunda mitad de
la función. El vestuario fue correcto y en consonancia con la propuesta
escénica. Si a alguien le pareció poco variado, hay que recordar que la acción
transcurre a lo largo de un mismo día.
En líneas generales, esta
producción, es fiel al libreto y tiene todo lo que cualquier aficionado podría
esperar de una representación estándar. Sorprende, para bien, cómo está ideada
la composición del primer acto pero el segundo y tercero pasan sin pena ni
gloria como una representación más.
En cuanto al reparto, en
esta ocasión sí que había grandes nombres, sobre los que tenía depositadas
muchas esperanzas. La verdad es que cumplieron vocalmente pero siguiendo la
tónica descrita y al contrario de lo habitual, fueron de más a menos. Quizás
las limitaciones técnicas y cambios de volumen de la sala de cine contribuyeron
a ello. La soprano canadiense Adrianne
Pieczonka, tiene una gran voz, eso es indiscutible, ya en su madurez aborda
el papel de Floria Tosca con unos matices muy interesantes. La última vez que
la vi fue cantando la mariscala de El
caballero de la rosa y ese aire de divismo le sienta bien. Su actuación fue
otra cosa, más bien monolítica y poco convincente, salvo en el dúo con
Cavaradossi del primer acto, con el que sí estableció conexión. El asesinato de
Scarpia y los lamentos por la muerte de su amado, de broma. Por fin topamos con
un tenor solvente en el páramo actual por el que vaga esta cuerda, y se
agradece después del Duque de Michael Fabiano en el pasado Rigoletto del ROH. El maltés Joseph
Calleja, tiene cualidades físicas y técnicas para abordar con garantías el
rol de Cavaradossi y pudimos disfrutar de sus grandes hits en esta ópera,
“Recondita armonía” y “E lucevan le stelle”. Solo le había visto interpretando
a Macduff en Macbeth y tenía ganas de
verle en un papel de más protagonismo. El barítono
canadiense Gerald Finley también
ofreció una interpretación muy completa como el temible Baron Scarpia. Trabajó
a conciencia su actuación a nivel facial y fue más despiadado en el primer acto
que en el segundo. Vocalmente lució aunque estuvo un peldaño por debajo de la
pareja protagonista. Del resto del reparto todos estuvieron correctos
destacando a Jeremy White con un
buen papel de carácter como el sacristán. Simon
Shibambu, al que es habitual ver en secundarios del ROH, fue Angelotti; Aled Hall, Spoletta y Jihoon Kim, Sciarrone. El pastorcillo
en este caso no fue soprano ni mezzo, sino voz blanca, a cargo de Edward Hyde.
El coro del ROH, en esta
ocasión con escaso protagonismo por exigencias de la obra, cumplió con creces
en el primer acto, así como la escolanía que tanto vocal como escénicamente
estuvieron a la altura de lo que se espera de este teatro.
A la dirección de la
orquesta a cargo de Dan Ettinger, joven
director israelí del que no tenía referencias, no le encontré casi ninguna
pega. Una interpretación correcta, bien de tempo y respetuosa con los
cantantes. Si aportar demasiado pero sin estropear nada. En esta ocasión el
momento pedagógico en uno de los intermedios no lo protagonizó el director sino
Gerald Finley al piano.
En definitiva, fue una Tosca bastante satisfactoria. Vocalmente
de gran nivel protagonista y homogéneamente bueno de secundarios. Ya era hora
de no encontrar alguna pata coja. Dramáticamente empezó arrolladora pero se fue
deshaciendo dejando quizás un poso incierto que no hace justicia al global de
la función.
Floria Tosca
|
Adrianne Pieczonka
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Mario Cavaradossi
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Joseph Calleja
|
Baron Scarpia
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Gerald Finley
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Spoletta
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Aled Hall
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Angelotti
|
Simon Shibambu
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Sacristán
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Jeremy White
|
Sciarrone
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Jihoon Kim
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Pastor
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Edward Hyde
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Director
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Dan Ettinger
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Director de escena
|
Jonathan Kent
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Escenografía
|
Paul Brown
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Royal Opera House, Londres, 7 de febrero de 2018
Totalmente de acuerdo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen! Me alegro de que coincidamos, eso es que no va muy mal tirada.
EliminarSaludos.